lunes, 11 de diciembre de 2006

Indice de desarrollo humano en Cuba

ÍNDICE DE DESARROLLO HUMANO
DE CUBA

EL OTRO GRAN ESCÁNDALO DE
LA ONU



La ONU acaba de publicar su pomposo "Índice de Desarrollo Humano" tratando
de clasificar por orden de "desarrollo" la mayoría de los países del mundo.
El documento trae un auto-laudatorio prefacio, como para convencernos de la
seriedad del informe que nos ofrece a continuación.
Este documento no es menos serio que los reportes -imagino que también
impecables- sobre el uso de los fondos del Programa "Petróleo por
Alimentos", rendidos por la ONU durante la dictadura de Sadam Hussein en
Irak, donde hasta el Secretario General se ha visto escandalosamente
involucrado.
Ahora, con esta recopilación de los "índices de desarrollo", se trata
benevolentemente a otro dictador, Fidel Castro, de la misma calaña del
anteriormente ‘protegido’ por la ONU en las ventas de petróleo desde el Irak
"bloqueado" (supuestamente) ahora felizmente sometido a buen resguardo por
los demócratas irakíes en una cárcel de su país.
Resulta que el flamante informe de "desarrollo" humano de la ONU regala
gratuitamente a Cuba nada menos que el quinto lugar en América Latina por
orden de desarrollo -clasificado por el "índice" de la ONU- y lo coloca
entre los países de "alto índice de desarrollo", junto a Noruega, Estados
Unidos, Japón y Francia sin ningún tipo de rubor.
Otros países de América Latina, como México, Brasil y Colombia, por sólo
citar los casos más escandalosamente injustos, se sitúan por detrás de una
Cuba protegida por la ONU, pero que se sabe que paga a sus profesionales 10
dólares por mes, sin derecho a jabón, pasta de dientes, ni papel higiénico.
¡Esto es un chiste de muy mal gusto!
Para los cubanos que conocen la realidad de la isla y que tienen la suerte
de vivir en un país clasificado por la ONU detrás de 'la Cuba de Castro',
este documento es un "punch" al estómago. No hay necesidad de haber ido a la
universidad para darse cuenta que estamos ante un documento preparado para
engañar incautos, preparado intencionalmente para beneficiar a una dictadura
decrépita, sabiendo que será leído como si fuera verdad.
Como buen documento "serio", el trabajo de la ONU es un pesado 'ladrillo' de
centenas de páginas, conteniendo gráficos, tablas y mucho texto, en el que
sumergirse requiere una fuerte voluntad de investigación. El "índice de
desarrollo" de la ONU es una abstracción matemática, sustentada en índices
diversos reportados por cada país, entre los que se destacan la expectativa
de vida de sus habitantes, algunos índices educaciones (yo diría de
instrucción, más que de educación) y el Producto Interno Bruto (PIB), que
mide el total de riquezas generadas por los países anualmente en sus
sistemas productivos y de servicios, del cual se obtiene el "PIB per
cápita", que es la riqueza media generada por cada ciudadano anualmente,
índice importante para cualquier evaluación “de desarrollo”.
¡Sorpresa! el PIB per cápita de la Cuba "desarrollada", así como el propio
PIB total, no aparecen en el flamante documento, que sin rubor ni
explicación de ningún tipo dejaron simplemente en blanco las tablas en lo
que a Cuba respecta (página 243), por lo que inmediatamente surge una
pregunta: ¿como puede clasificarse el desarrollo humano de un país del cual
no se sabe su producción de riqueza, ni su media por habitante?; ¿de qué
vive ese país, a parte del petróleo que recibe de gratis desde Venezuela?
Se sabe que Cuba tiene un sistema de medir su PIB diferente al resto del
mundo. Ni siquiera la ONU acepta el manoseo que el dictador ha inventado
para inflar su PIB. Como en Cuba todo es estatal, resulta que cuando una
imprenta del estado cubano, por ejemplo, imprime un libro para sus escuelas
estatales, se reporta el valor equivalente que ese libro tendría en Estados
Unidos, para computarlo como "producido", ¡y en dólares! Nadie se traga ese
embuste, solamente este informe de la ONU.
Para paliar un poco la afrenta que semejante engaño sobre Cuba la ONU hace a
la comunidad internacional que representa, el documento, en su página 240,
párrafo 7, encabezado por el texto "PIB per cápita" en itálica, dice que
algunos índices a veces faltan (lo cual es lógico) y que los autores los
asumen con base en trabajos de investigación o en índices parecidos, pero
agrega: "A modo de ejemplo, en el caso de Cuba se formó un equipo técnico de
expertos nacionales (el primer problema: técnicos nacionales, totalmente
sometidos al régimen) e internacionales que investigó diferentes
metodologías (evidentemente, la de la dictadura en primer lugar) para
obtener un mejor cálculo de la PPA (PIB per cápita)". Y agrega como si nada:
"los resultados de esa gestión se verán reflejados en futuros informes".
Inadmisible para un trabajo conclusivo, para cualquier otro país del mundo
menos para Cuba.
Es decir, uno de los índices más importantes (desde mi punto de vista
personal, el más importante) no aparece en el documento; se crea una
comisión mixta de 'técnicos' que no deciden nada, como siempre, (en el
informe de la ONU, página 243, aparece en blanco el "PIB per cápita" de
Cuba) y tienen la desfachatez de decir por escrito que lo dirán "en futuros
informes". Estos "futuros informes", llevamos décadas esperándolos....y no
han aparecido nunca y nunca aparecerán.
Basado en ese índice (inexistente y que no se sabe cual es) porque nadie
sabe como fue calculado, decidieron colocar a Cuba nada menos que en el
lugar 52 -entre los más desarrollados- por encima de México, Brasil y
Colombia, que tienen sus índices bien a la vista de todos. Más oscuro no
podía haber sido. ¡Un verdadero fraude! Inaceptable por la comunidad
internacional, pero que ella, increíblemente lo acepta. No se ha levantado
ni una sóla voz pidiendo explicaciones..........aunque es un poco al ñudo
pedir explicaciones a la ONU.
El PIB de todos los países incluidos en el estudio fue calculado en dólares.
El cálculo fue hecho convirtiendo el PIB del país, a dólares, usando la tasa
de cambio media vigente ese año. De manera que el cálculo para Cuba no es
muy difícil de hacer y seguramente la ONU lo hizo pero al dictador no le
gustó y por eso no lo publicaron.
Aún en el supuesto caso hipotético (favorable a la dictadura) de haber
tomado el PIB falso que Cuba reporta mediante su conocido mecanismo de
cálculo fraudulento -un PIB de aproximadamente 32,000 millones de pesos-
(que Cuba los reporta directamente como dólares). El PIB real en dólares se
obtendría dividiendo este PIB en pesos entre la tasa media de cambio, de 25
pesos cubanos por dólar (el año pasado era un poco más alta) lo que da un
PIB total de 1,280 millones de dólares.
Este PIB de 1,280 millones de dólares, dividido por los 11.2 millones de
habitantes de la isla, arroja un PIB per cápita de algo más de 107 dólares
por habitante, que coincide bien con la realidad de un país cuyo salario
medio no llega a los 10 dólares por mes.
Estamos tratando de producción de bienes y servicios, por lo que se
desprende de estos números que el país en cuestión no solamente no está
entre "los más desarrollados" sino que es miserable, como corresponde a un
país con un magro racionamiento de comida, bebida, ropa y calzado; que
carece de viviendas para su ciudadanos, donde nadie puede comprar un
automóvil, una casa, un aparato de TV, una olla, un radio, etc. Perdón,
lectores: ahora sí pueden comprar una olla a presión ya que el magnánimo
estado castrista logró luego de 46 años poner en funcionamiento una fábrica
de ollas a presión.El único problema es que no tienen dinero para comprarla,
pero eso es una nimiedad.
La ONU argumenta que Cuba ofrece a su población servicios de salud y
educación gratuitos, los cuales son importantes para el "índice de
desarrollo". Efectivamente, pero hablando del PIB, los costos estatales de
estos servicios son mínimos, porque se paga a un maestro 12 dólares por mes,
a un médico 15 o 20 dólares por mes y al resto del personal auxiliar
miserables 6 a 8 dólares por mes. Por todo eso, el sistema productivo no
sobrepasa el valor calculado antes de 107 dólares por mes, como valor medio
entre los que trabajan. Un país que paga poco por el trabajo, no tiene como
producir mucho.
Pero no es solamente este punto el importante. Pudiera argumentarse que,
aunque el PIB de Cuba es realmente bajo y que el costo para el estado cubano
de los servicios que ofrece es mínimo, los servicios efectivamente se
prestan. Es verdad, pero hay que tener en cuenta que esos servicios se
prestan dentro de un ambiente de extrema carencia y falta absoluta de
libertad, tanto ética y social como económica (hablamos de índices de
desarrollo humano) donde el valor de los servicios es descontado previamente
del salario de miseria que reciben. ¿Como pudiera pagar nadie en Cuba un
servicio de salud, o de educación para sus hijos, ganando 10 dólares por
mes? Es precisamente con salarios de miseria, en el cual ya está descontado
de antemano el servicio de salud y educación "gratis", sobrando de ese
descuento previo el salario miserable y simbólico que reciben.
Adicionalmente a todo esto, en Cuba no hay mercado de ningún tipo, no hay
posibilidades de disfrutar de vacaciones (los hoteles de turismo son sólo
para extranjeros), no hay ropa a venta, ni comida, ni electrodomésticos no
electro-electrónicos, ni autos, ni motos y un largo etcétera que haría
interminable este análisis. Hay igualdad, pero en la pobreza, y el estudio
de la ONU se concentra sólo en la igualdad sin analizar la libertad. ¿Puede
haber verdadera igualdad en el desarrollo humano, sin haber libertad humana?
¿Se trata de un índice de desarrollo humano con la igualdad de la pobreza,
sin libertad y sin comida?
El destacado director del Programa para la Naciones Unidas para el
Desarrollo, PNUD, que firma el documento y hace un pomposo prefacio, bien
pudiera darse una vueltecita por la Habana "de a pie" -no la de los
dirigentazos que lo atendieron (si es que fue a la Habana)- para percatarse
de lo que aquí se expone. Ahora ¿para que ir a un lugar maloliente, pobre y
con tantos problemas, si puede quedarse en Manhattan en un lujoso
apartamento?
En momentos que la ONU se desprestigia con el escándalo de corrupción
asociado nada menos que a Sadam Hussein, publicar un documento de este tipo,
apoyando sin ningún tipo de pudor ni recatos -y como se ha visto, sin datos-
a otro dictador envilecido sin dar argumentos de ningún tipo en su texto, es
mucho más que un error o una apreciación discutible, ¡es una verdadera
vergüenza!.
Y no solamente una vergüenza para los actuales dirigentes de la ONU, sino
para la memoria de aquellos que la fundaron con la más loable intensión.
Lo más lamentable de todas estas situaciones es que uno se da cuenta que el
organismo que "supuestamente", debería ser el epítome de la cristalinidad,
de la buena voluntad, de la generosidad está en manos de un grupo de sujetos
con intereses propios muy marcados.
Personalmente conozco a varios funcionarios de organismos internacionales
muchos de los cuales son verdaderos profesionales compenetrados con su labor
y que trabajan (la mayoría de las veces) en condiciones casi inhumanas:
conozco médicos, investigadores, ingenieros civiles y militares,
sanitaristas, enfermeras,etc,etc.
Pero es "vox populi", que en la ONU los que mayores posibilidades tienen de
conseguir un puesto allí son algunos grupos de personas de ciertos rasgos
bien definidos: dudosa moral (especialmente económica), nepotismo
desenfrenado, gente de izquierda totalmente declarada (al punto que los que
no piensan como ellos tienen problemas bastante graves) y homosexuales. Los
homosexuales serían los que menos me preocupan, ya que cada uno es libre de
hacer lo que quiere en su tiempo libre......pero en el tiempo pagado por la
ONU?.

Alvaro Kröger

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