lunes, 11 de diciembre de 2006

¡¡Hasta yo me animo a certificar!!

HASTA YO ME ANIMO A CERTIFICAR....!!!!





Pdvsa y Petropars de Irán, suscribieron un acuerdo

La certificación y cuantificación de un pozo petrolero no es algo sencillo. Los geólogos que lo hacen son científicos de una amplísima experiencia y trabajan para dos o tres empresas: la Chevon, la British Petroleum y la Shell. Los deás que lo hacen son amateurs o directamente unos chantas.
Hacer un estudio de ese tipo en la cuenca del Orinoco no es en absoluto complicado. Se hace desde una computadora en Teherán, y seguramente le embocarán con un márgen muy estrecho de error.
Lo que muy poca gente sabe es que el mono bananero está en dónde está gracias a la Chevrón, y lo seguirá estando mientras la Chevrón quiera. El día que se ponga muy pesado le cierran la válvula del oleoducto y los venezolanos se va a tener que comer el petróleo u obligar a la OPEP a bajar los precios.
Los iraníes saben del petróleo, tanto como yo de danzas clásicas, es decir: NADA. Solamente saben que es un producto que sale de la tierra, se bombea a los supertanques y se cobra. Los que certificaron y cuantificaron los pozos iraníes fueron los de la British Petróleoum, en la época del Sha Palhevi; y la prueba está que desde que el Sha cayó no han abierto ni un sólo pozo, porque directamente no saben cómo hacerlo.

Petróleos de Venezuela, S.A y la empresa Petropars de Irán suscribieron un convenio para la ejecución del estudio de cuantificación y certificación de reservas de los yacimientos existentes en el bloque Ayacucho 7 de la Faja Petrolífera del Orinoco. El análisis técnico y económico determinará los futuros negocios en uno de los cuatro bloques que conforman esta magna reserva, la mayor acumulación de hidrocarburos del mundo.
El acuerdo fue firmado por el ministro de Energía y Petróleo y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez y el director de proyectos de Petropars, Asghar Ibrahimi Asl, en presencia del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el mono bananero, y se enmarca en el Memorando de Entendimiento acordado entre ambos países el 11 de marzo de 2005.
Para la ejecución del proyecto se dispondrá de una sala técnica que estará ubicada en el Instituto Tecnológico Venezolano de Petróleo (Intevep) y que estará dotada con los equipos necesarios para la concreción de los estudios de cuantificación.
Inicialmente se evaluará y cuantificará el bloque Ayacucho 7, bajo la coordinación técnica de personal de la CVP y la supervisión del Ministerio de Energía y Petróleo, para posteriormente certificar las reservas existentes en esta área de 540 km2, en el estado Anzoátegui.
Los nuevos desarrollos a concretar en la Faja Petrolífera del Orinoco se ajustarán a las condiciones establecidas en la Ley Orgánica de Hidrocarburos y en la Ley de Impuesto sobre la Renta; es decir, pagarán una regalía de 30%, una tasa de ISLR de 50% y el Estado participará con al menos 51% de las acciones de la sociedad. Asimismo, en estos proyectos no habrá ningún tipo de subsidio fiscal y el factor de recobro no será inferior a 20%. Este es un brutal negocio para Irán, pero un pésimo para Venezuela; es decir, el mono bananero, sigue regalando petróleo.
La Faja Petrolífera del Orinoco tiene una extensión de aproximadamente 55.314 Km2 y consta de cuatro grandes áreas: Boyacá, Junín, Ayacucho y Carabobo, que a su vez fueron divididas en 27 bloques jerarquizados de acuerdo a sus características técnicas y estratégicas.Esta jerarquización la hizo la Chevrón hace 20 años, analizando cada tipo de petróleo que había en cada región y cuáles eran las que convenían a cada refinadora de Galveston.
Los procesos de cuantificación y certificación de reservas de la Faja Petrolífera del Orinoco forman parte del proyecto Magna Reserva, uno de los ejes fundamentales del Plan Siembra Petrolera 2006-2030. La Faja se convertirá en el eje impulsor de desarrollo sustentable desde el punto de vista social, industrial, económico, y tecnológico del país.
Para hacer realidad este objetivo, el Estado venezolano ejecutará un Plan Maestro de Desarrollo Sustentable en el que se prevé el estímulo de proyectos no asociados a la producción de hidrocarburos. La idea es muy buena, pero lamentablemente no es del mono bananero, es de la Shell, ya que dicha empresa está pensando desde hace muchísimos años en energías sustentables y sabe que cuando se acabe el petróleo de la cuenca del Orinoco, se va a poder plantar oleaginosas para hacer BIODIESEL.
Petropars se convierte en la sexta empresa en iniciar el proceso de cuantificación de reservas, luego de Repsol de España, Petrobras de Brasil, ONGC de India, Lukoil de Rusia y CNPC de China. Se espera que en los próximos días se suscriban otros convenios que permitan la ejecución del proceso de cuantificación y certificación de los 24 bloques restantes.

La peregrina idea que tienen todos los países petroleros es que el recurso es ilimitado, y no lo es. La Shell, desde hace más de 15 años desarrolló un departamento de investigación de energías renovables. Es evidente que esta empresa es conciente de que cuando llegue el momento estará a la cabeza de las demás simplemente porque tiene un su plantilla a biólogos, geólogos, médicos, agrónomos, sociólogos que están desarrollando una estrategia para cuando el petróleo sea tan caro que sólo sirva como un inyectable o lo pongan en frasquitos en los museos.

Siguiendo el ejemplo de la Shell, la Chevron está haciendo lo mismo......esperemos que se miren para el sur.

Alvaro Kröger

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